Venías con el ayer en la mirada
una risa inédita en tu boca
y unas tiernas manos para el abrazo
eras un hombre sin edad
pero con los sueños vírgenes
colgados de las pestañas
Traías amarrados los instantes del amor
Y el asombro en tus ojos porque yo …
aun guardo tu recuerdo
en los bolsillos traías el manuscrito amarillo de tus versos
Y en el alma el amor que hizo de ti un niño travieso
aprendiz de alfarero que modeló a su antojo mi barro
Ahora te pregunto
¿tomarías sin oírme el tren de regreso?
Hay una partida de ajedrez entre tu y yo
que no ha finalizado
Stella
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Del poemario de Ausencias y tierra