¿Qué pasa, USA?

Manuel Ignacio Gómez Lecaro
Cuando estudiaba en la universidad en Estados Unidos, siempre llamó mi atención el total respeto a la libertad de expresión y a la crítica que ahí se practicaba. El diario universitario, a pesar de ser financiado por la misma universidad, se manejaba como un ente totalmente independiente, libre de cualquier injerencia o control de las autoridades universitarias.
En varias ocasiones, desde el diario los estudiantes criticaban duramente las decisiones y políticas del presidente de la universidad o sus administradores. Esas críticas jamás pusieron en riesgo al diario o a sus periodistas.
Ese es el Estados Unidos que respeto. Una sociedad acostumbrada a ser tolerante, abierta, democrática. Ahora, mientras veo que arrestan en Londres a Julian Assange, fundador de Wikileaks, me pregunto ¿qué pasa con Estados Unidos? ¿En qué momento la principal democracia del mundo se convirtió en algo más parecido a China, persiguiendo a los críticos del Gobierno? ¿Dónde quedó esa tradición liberal, abierta y pluralista?
Las autoridades que arrestaron a Assange aseguran que no ha existido presión política y que la detención está relacionada únicamente a sus cargos de acoso sexual y violación. Difícil de creer. Dudo que Assange estuviese detenido sin la presión de poderosos intereses gringos.
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Con su postura frente al fundador de Wikileaks, en lugar de servir de ejemplo en tolerancia y libertad de expresión, el Gobierno de Estados Unidos apoya implícitamente los controles contra periodistas y medios de nuestros gobiernos autoritarios. Mal precedente contra nuestra libertad.
Mientras Assange era arrestado por orden de la fiscalía sueca, algo más positivo ocurría en la misma Suecia. Mario Vargas Llosa daba su discurso por el Premio Nobel de Literatura. En él, reiteró su apoyo hacia los sistemas democráticos y liberales. Dijo que en la mayoría de nuestros países “mal que mal, la democracia está funcionando… y, por primera vez en nuestra historia, tenemos una izquierda y una derecha que, como en Brasil, Chile, Uruguay, Perú, Colombia, República Dominicana, México y casi todo Centroamérica, respetan la legalidad, la libertad de crítica, las elecciones y la renovación en el poder”.