"LAS SALINAS BLANCO/ NEGRO Y A COLOR"


“Mina de sal y duro sol, pueblo de pescadores envuelto entre dunas y montañas. Salinas, pueblo costero del sur-oeste de la capital de la republica Dominicana, en Baní, provincia Peravia: Monumento a la naturaleza, la armonía y la belleza del Caribe: porque tu magia y tu nostalgia se sienten en el ambiente de tu vida y trabajo al borde de la desaparición y el abandono, contigo y en ti quiero vivir y morir”. Julia Castillo Mejía.

Nació en Baní. Se trasladó a Estados Unidos en el año 1983, donde realizo estudios de inglés y literatura en la universidad de Harvard, Boston Massachusetts. Durante esta estadía vivió dos años en el Convento de las Hermanas Carmelitas, a orillas del lago Jamaica Pond. En el año 1987 fue becada al Japón para estudiar en la universidad Sophia. Tokio, obtenido una licenciatura en estudios japoneses. Se graduó con honores en economía Internacional y Económica del desarrollo en la Universidad de Massachusetts, en el año 1989. Se traslado a vivir a New York en el año 1990, contratada como directora Ejecutiva de Cat Music International, LTD, cuya especialidad es la educación musical y el desarrollo tecnológico instrumental en Japón.



En 1995 dirigió un programa de desarrollo de audiencias es colares para el teatro “El Repertorio Español”, con fondos de la Fundación “Lila Wallace”. En 1996 obtuvo una maestría en Administración de las Artes en la Universidad de Columbia, E.U., este reconocido programa fundado por la afamada gestora en las artes Prof. Joan Jeffri. Allí también estudio con la reconocida artista plástica Angiola Churchill y la respetada esteta y educadora Maxine Green.



Por más de una década, vivió envuelta en la magia neoyorquina de su arte, vida y negocios. Se traslado a vivir a Costa rica a fines del año 1996, en donde inmediatamente inicio sus estudios de artes plásticas en el Instituto Tecnológico de Costa Rica, al igual que clases privadas de pintura con el afamado artista Cristóbal Lui. Formo parte durante casi ocho años del grupo “La carpintera”, el cual es un importante movimiento de pintores impresionistas radicados en Costa Rica, y liderados por el prof. Lui desde hace más de dos décadas, exponiendo constantemente sus obras en escenarios locales e internacionales.


Las salinas de la provincia  Peravia y sus pueblecitos circundantes nos permiten apreciar una nueva cara bajo el lente de Salazar, quien muestra la forma de vida simple de sus habitantes. Las minas de sal, dunas y playas de la zona invitan a un particular recorrido donde descubriremos infinidad de detalles, a través de imágenes de extrema belleza captadas con mucha sensibilidad y talento por Leo Salazar. Carlos Acero Ruiz.


LEO SALAZAR. Nace en Washington D.C. En el año 1955 viaja durante su infancia entre continentes y desarrolla un profundo amor por la naturaleza y el humanismo. Dedica sus primeros diez años de vida laboral al parque Zoológico Nacional donde, además fue editor de su revista ZOODOM y durante este tiempo curador de sus tres colecciones de animales; explora la fotografía comercial trabajando para diversas agencias publicitarias locales e internacionales. Incursiona en la fotografía de la danza como fotógrafo del entonces Ballet Clásico Nacional. Como cineasta y sonidista combina imágenes con sonidos ambientales en documentales de gran valor visual que han sido galardonados internacionalmente.



Prácticamente autodidacta, Leo Salazar se inicia en los años 80, utilizando el blanco y negro, y este recurso se convierte en una pasión que le permite a lo largo de esos años trabajar imágenes de bailarines y danzantes, como fotógrafo de Ballet Clásico Nacional. Esta experiencia le permitió manejar el calroosucro y los medios tonos que luego se proyectarían en las fotografías a color que aborda definitivamente e3n la década del 90.





Paisajes majestuosos, dimensionados en equilibrio y brillantez, distinguen la producción de Leo Salazar, que durante los últimos años nos ha echado de lado su interés por el hombre y sus señales (murales, graffiti, propaganda política), pero que consigue sus mejores tomas a través de una visión personal y casi abstracta de la naturaleza dominicana.