Tú, querido mío
te acomodaste frente al mar
ajustando con amor
tu tiempo a mi tiempo,
Has logrado con tu verbo
eternizar los relojes
haciendo posible, que
un segundo contigo
sea eternidad,
Quise ser gaviota para volar a ti
cada madrugada y dejar en
tus sabanas
mis deseos escondidos.
Tú los conoces bien..
no hay disfraz en ellos
dormité abrazada a ti
fusionada a tu costado de arena
licuándome a tu sangre.


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poemario GRIS SOBRE GRIS