CARTA AL PRESIDENTE


Ligia Minaya
Denver, Colorado

No se olvide de dar una vueltecita por el Manicomio del Km.28 de la Autopista Duarte. Recuerde que los locos también son ciudadanos dominicanos y que merecen atención

Señor Presidente:
Creo que usted está haciendo cosas como nunca se han hecho. Eso de visitar, sin avisar, pueblos y campos para ver lo que pasa allí y darle soluciones, es algo muy importante. Sus acciones son muy efectivas y satisfactorias. Estoy segura de que muchos ciudadanos volverán a vivir en su lugar de origen. En los días que estuve allá, vi y sentí que una gran mayoría de los dominicanos está a su lado. Es verdad que todavía quedan muchas cosas por hacer, por ejemplo: el aumento de salario de los empleados públicos y privados, las pensiones a los hombres y mujeres que han pasado toda su vida trabajando y entre otras tantas cosas, algo que quiero pedirle de favor: La ayuda al Manicomio del Km. 28 de la Autopista Duarte. Por favor, Señor Presidente, dése una vueltecita por allí y compruebe lo que está pasando ahí.

Sé que la política no es como la pintan, ni como se escribe en los libros. Que a veces se calla aunque se quiera gritar. Que hay políticos mediocres, charlatanes, groseros, brutos y, sobre todo, corruptos. Y que usted, según he visto, le han dejado atadas las manos para que no pueda tomar con libertad algunas decisiones. Supongo que usted no quiere eso. Pero tengo la impresión de que si corta esa soga, pase lo que pase, el pueblo lo apoya y esos malandrines que lo ataron se irán pal'carajo. Siga adelante. Un año en la presidencia es poco. En los años que le quedan, nosotros los que estamos lejos, si se acaba con la violencia callejera, los robos, los asaltos, la corrupción y algo más, volveremos. Usted no se imagina lo que añoramos esos campos, esos mares, esos ríos, esas montañas, esos amigos y familiares. Por eso, Señor Presidente, aunque la policía está en las calles, lo más importante sería educar al pueblo, a las familias, a los adolescentes, a la misma policía, en fin, que los habitantes de nuestro pueblo sepan que no pueden, ni deben hacer lo que impiden las leyes y sobre todo la moral.

Perdone que le diga estas cosas. Lo hago con todo el respeto que usted me merece. Es que creo con firmeza que educar a los ciudadanos, además de hacerle cumplir las leyes, es lo más importante. Pero también, y sería excelente, meter en la cárcel a los corruptos (que hay demasiados), a esos que nacieron y se criaron con chancletas y un solo pantalón y hoy tienen, sin sentido, tres carros de lujo, una o varias casas opulentas y millones de pesos, dólares y euros, sin poder justificarlos. Hay deslealtad y alevosía en muchos políticos. Pero si usted hace lo que nunca se ha hecho con esos charlatanes, le juro que su gobierno tendrá una condecoración que saldrá del corazón de los dominicanos. Le deseo lo mejor en estos años que le quedan por gobernar. Que Dios lo proteja.

Pero por favor, no se olvide de dar un vueltecita por el Manicomio del Km.28 de la Autopista Duarte. Recuerde que los locos también son ciudadanos dominicanos y que merecen atención. Si lo hace, mi corazón sonreirá por siempre y el agradecimiento brillará en mi alma.


www.diariolibre.com. SAUDACES. 30 agosto 2013.