NO SÉ DONDE DEJÉ LA CORDURA
No se donde dejé la cordura…
sospecho que la dejé colgada en los alambres oxidados
de aquella alambrada,
por la que subías a mi ventana cada madrugada
¿recuerdas?
Aún no me has dicho porqué quebraste un día
abatiendo la higuera que nos daba sombra
No supiste ver que ella silenciosamente derramaba
en lagrimas la sabia de su vida
No sé si cerré entonces mis puertas
o se han vuelto pesadas al permanecer abiertas de tanto esperarte
Mis ojos cansados observan llegar lenta, dolorida,
por el terroso camino,
la pequeña tortuga mora que me regalaste
Ajada y casi moribunda la rosa
que se atrevió a hablarte de mí una mañana
tirada al filo del camino permanece la bicicleta
¡si! Aquella bicicleta a la que me invitaste a subir
¿ Como podré contar nuestra historia?
mejor corto el hilo de mi cometa
y que caiga destrozada a las piedras
no hay historia que contar…
Stella
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Del poemario ausencias y tierra