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y que hoy ando suspirando
en cada remanso de las aguas
para hacerte mía
P.L
Tú vestías mis madrugadas
con amaneceres de terciopelo,
Me enseñaste a cantar a la luna
y platicar con los luceros, mientras
besabas mi alma, metiéndote en mis sueños
Me llevaste al río donde bautizamos
nuestras miradas, con agua y fuego
apresamos las alboradas como en un sacramento
nos dejamos llevar por la corriente
del torrencial de sangre que habitaba cada aliento
Yo sé bien, cuanto me has amado
mientras las veredas eran nuestras.
Hoy no me recuerdas
y mis suspiros se desploman por la ladera,
mis aguas están inquietas
porque para hacerme tuya..
Tomaste en tus manos el universo
queriendo anudar raíces…
pero tú querido mío
dejaste de acunarme y hoy
me siento mecida por olvido y silencios.
Stella
Todos los derechos reservados
Del poemario Gris sobre Gris