La Cobra
ICADURAS Y MORDIDAS
Qué bestia, ni a esta pobre cobra del desierto se le hubiera ocurrido sacarse así la corbata y decir ¡mátenme nomás, o sea, dispárenme a la corbata!
Pero como Su Majestad se sacó la corbata de manera tan violenta y perdió el “look”, a los manifestantes no les dio ganas ni siquiera de lanzarle un piropo por ese gesto tan poco sexi de quedarse con el cuello desanudado y con el andador hecho una desgracia.
Después, con el nudo en la garganta (porque el de la corbata ya no estaba), se le ocurre pronunciar esa emotiva frase que quedará para los anales de las citas citables de la historia: “Prefiero estar muerto a perder la vida”.
Entonces fue que a los hermanos Alvarines no les quedó de otra que prohibir que la TV siguiera pasando esas tomas, porque, imagínense, qué verguenza que el mundo vea a Su Majestad, siempre tan fashion, tapándose la cara con una máscara feísima.
Por eso fue que decretaron cadena indefinida, ininterrumpida, repetititiva y desfilativa con las caras de todos los que tenían miedo de que se instaurara el Primer Gobierno Contrarrevolucionario del Regimiento Quito.
Es que debe ser feo eso de que te den un golpe de efecto (digo, golpe de estado), quedarse sin trabajo y que un meritísimo tecnócrata izquierdista del siglo XXI sea reemplazado por un chapita derechista del siglo XIX.
Brillantes los Alvarines. ¿No les parece?
