VISITA A FREUD (GOG). Fragmentos.


Giovanni Papini

Todos creen-añadió- que yo me atengo al carácter científico de mi obra y que mi objetivo principal es la curación de las enfermedades mentales. Es una enorme equivocación que dura desde años y que no he conseguido disipar. Yo soy un hombre de  ciencia por necesidad, no por vocación. Mi verdadera naturaleza es de artista. Mi héroe ha sido siempre, desde mi niñez, Goethe.

Literato por instinto y médico por la fuerza, concebí la idea de transformar una rama de la medicina-la psiquiatría-en la literatura. Fui y soy poeta y novelista bajo la figura de hombre de ciencia. El Psicoanálisis no es otra cosa que la transformación de una vocación literaria en términos de psicología y de patología.

El primer impulso para el descubrimiento de mi método nace, como era natural, de mi amado Goethe. Usted sabe que escribió el Werther para librarse del incubo morboso de un dolor: la literatura era para él  catarsis. Y en que consiste mi método para la curación del histerismo sino hacérselo contar todo al paciente para liberarle de la obsesión no hice nada más que obligar a mis enfermos a obrar como Goethe. La confesión es liberación, esto es  curación. Lo sabían desde hace siglo los católicos, pero Víctor Hugo me había enseñado que el poeta es también sacerdote y así osadamente al confesor. El primer paso estaba dado.
El Psicoanálisis había nacido no, como dicen, de las sugestiones de Breuer o de los atisbos de Schopenhauer y de Nietzche, sino de la transposición científica de las escuelas literarias amadas por mí.
Me explicare más claramente. El romanticismo, que, recogiendo las tradiciones de la poesía medieval, había proclamado la primacía de la pasión y reducido toda pasión al amor, me sugirió el concepto del sensualismo como centro de la vida humana. Bajo la influencia de las novelistas naturalistas, yo di del amor una interpretación menso sentimental y mística, peor al principio era aquel.

El naturalismo, y sobre todo Zola, me acostumbro a ver los lados más repugnantes peor más comunes y generales de la vida humana: la sensualidad y la avidez bajo la hipocresía de las bellas maneras: en suma, la bestia en el hombre. Y mis descubrimientos de los vergonzosos secretos que oculta el subconsciente no son nada más que una nueva prueba del despreocupado acto de acusación de Zola.

El simbolismo finalmente, me enseño dos cosas. El valor de los sueños, asimilados a la obra poética, y en lugar que ocupan el símbolo y la alusión al arte, esto es, en el sueño manifestado. Entonces fue cuando emprendí mi gran libro sobre la interpretación de los sueños, como reveladores del subconsciente, de ese mismo subconsciente que es la fuente de la inspiración. Aprendí de los simbolistas que todo poeta debe crear su lenguaje y yo he creado, de hecho, el vocabulario simbólico de los sueños, el idioma onírico.

Para completar el cuadro de mis fuentes literarias añadiré que los estudios clásicos-realizados por mí como el primero de la clase- me sugirieron los mitos de Edipo y de Narciso; me enseñaron, con Platón, que el estro, es decir el sugerir del inconsciente, es el fundamento de la vida espiritual y, finalmente, con Artemidoro, que toda fantasía nocturna tiene su recóndito significado.

Mis estudios sobre la vida cotidiana y sobre los movimientos del espíritu son verdadera y genuina literaria  y en Tótem y Tabú me he ejercitado incluso en la novela histórica.


En el Psicoanálisis se encuentran y se compendian, expresadas en la jerga científica, las tres mayores escuelas literarias del siglo XIX: Heine, Zola y Mallarme se unen en mi, bajo el patronato de mi viejo Goethe. Nadie se ha dado cuenta de este misterio que está a la vista y no lo hubiera revelado a nadie si usted no hubiese la optima idea de regalarme una estatúa de Narciso.

A LA JUVENTUD DE LA CAPITAL (Sobre el periodismo / Fragmentos)



Ulises Francisco Espaillat

Si yo viniera a anunciaros que un país no puede progresar sin periódicos, por mas favorables que sean todas sus condiciones, no os diría nada nuevo; tan vulgar ha llegado a ser

Ahora bien, en los primitivos tiempos de la creación, cuando las fieras, potentes por su fuerza y su abundancia, disputaban al rey de los animales el imperio de la tierra, era indispensable, para que este saliera airoso de la lucha, que empleara en los combates que constantemente se daban todos su fuerza y destreza físicas; poco a poco el hombre fue adquiriendo nuevos conocimientos, hasta quedar-con raras excepciones-dueño absoluto. La lucha ha mudado por completo de naturaleza. De todos los monstruos que con el hombre nacieron no queda más que él mismo, y hoy los medios que deben emplearse para domeñar esta fiera, la peor de todas quizás, han de ser forzosamente distintos.
Las sociedades modernas necesitan- para ser bien dirigidas- que aquellos que se ocupan de la cosa pública cultiven y desarrollen con todo esmero sus facultades intelectuales. Una vez que deben ser jóvenes (jóvenes de espíritu)e ilustrados los que deben imprimir la marcha a la sociedad, nada más natural que este trabajo se le encomiende a aquella porción que más se haya distinguido por sus desvelos y constante aplicación al estudio.

¿Cuál habrá sido la causa de la efímera vida del periodismo en nuestro país?-pueden ser varias.

No recuerdo si durante la dominación haitiana se publicó algún peritico en esta parte de la isla; es probable que no: mas, tan luego como se proclamo la independencia, principio el periodismo, de corta vida en verdad, pues si nacía una hoja, era porque había muerto la anterior.

Investiguemos las causas que tan poderosamente han podido influir en matar entre nosotros este gran elemento de la civilización. Muchos creen que la culpa ha sido de los gobiernos, que toleraban solamente los periódicos que se resignaban a ver, no con sus propios ojos, sino con los del poder. De esto puede haber  habido algo. Otros  han dado en el achaque de creer que el mal ha consistido en el poco expendio de los periódicos mismos, debido al pequeñísimo número de personas que saben leer. No vacilo en decir que es falso, pues estoy segura de que aquí se leería mucho con tal que no costara nada, por aquello de a” caballo dado no se le repara el colmillo”. No han faltado algunos que han atribuido el mal al antinacionalismo de muchos, que han dado en no hallar bueno sino lo que se hace en el extranjero.
Alguna razón hay en esto. No deja de haber tampoco quienes crean que las frecuentes discordias civiles han sido parte a haber matado el periodismo, y quizás no les falte razón. Los intereses de partido no pueden ser nunca los grandes intereses de la Nación, y no puede agradar de modo alguno el tener que pagar para que se discutan intereses puramente personales, se desfueguen las pasiones, o se zahiera al mismo suscritor. NO pocos han sido de opinión de que-si los periódicos que ha tendio el país no han tenido larga vida- ha sido debido a que las materias que han tratado no han sido del gusto de la generalidad, o mejor dicho, a que no se ha sabido comprender las verdaderas necesidades de la Nación. Yo creo que hay algo de verdad en esto. Nuestro pueblo ha sido siempre mal juzgado por nacionales y extranjeros, y peor por aquellos que por estos; se ha dicho de el-entre otras cosas poco halagüeñas-que” es muy apático y que ve con demasiada indiferencia la instrucción”. Yo creo que es todo lo contrario, y que a nuestros conciudadanos os devora el deseo de aprender. Pero aquí se os presenta la rand dificultad. ¿Esta está en el estilo o los asuntos? En ambos quizás; pero sea lo que fuere, estoy segura que el discurso que los literarios encomien hasta la exageración por la sublimidad de los pensamientos, elegancias del estilo y demás prendas del buen lenguaje, no es otra cosa para la generalidad de los lectores que una verdadera jerga.

Aquí me han venido ganas de anotar dos circunstancias a cual más importantes. Cuando hay sustantivos, masculinos femeninos, la gramática quiere que el adjetivo sea masculino, lo que prueba que los hombres, y no las mujeres, han hecho la gramática; y la ley exige que cuando hay militares y civiles acusados de un mismo delito o crimen, por muchos que sean los primeros, y por pocos que sean los segundos, han de ser sometidos a los tribunales ordinarios, y no a los consejos de guerra, lo que también prueba que los legisladores que tal cosa dispusieron, eran unos sabios, y no eran militares. También se desprende de ésto que los tales legisladores no hicieron esas leyes en pueblos oprimidos, en donde la opinión pública es tan condescendiente, que en  lugar de pedir que se amplíen las garantías, pide al contrario que se cercenen.


ESCRITOS/ ULISES FERANCISCO ESPAILLAT. Sociedad Dominicana de Bibliófilos inc. Santo Domingo República Dominicana 1987.

CARTA AL PRESIDENTE


Ligia Minaya
Denver, Colorado

No se olvide de dar una vueltecita por el Manicomio del Km.28 de la Autopista Duarte. Recuerde que los locos también son ciudadanos dominicanos y que merecen atención

Señor Presidente:
Creo que usted está haciendo cosas como nunca se han hecho. Eso de visitar, sin avisar, pueblos y campos para ver lo que pasa allí y darle soluciones, es algo muy importante. Sus acciones son muy efectivas y satisfactorias. Estoy segura de que muchos ciudadanos volverán a vivir en su lugar de origen. En los días que estuve allá, vi y sentí que una gran mayoría de los dominicanos está a su lado. Es verdad que todavía quedan muchas cosas por hacer, por ejemplo: el aumento de salario de los empleados públicos y privados, las pensiones a los hombres y mujeres que han pasado toda su vida trabajando y entre otras tantas cosas, algo que quiero pedirle de favor: La ayuda al Manicomio del Km. 28 de la Autopista Duarte. Por favor, Señor Presidente, dése una vueltecita por allí y compruebe lo que está pasando ahí.

Sé que la política no es como la pintan, ni como se escribe en los libros. Que a veces se calla aunque se quiera gritar. Que hay políticos mediocres, charlatanes, groseros, brutos y, sobre todo, corruptos. Y que usted, según he visto, le han dejado atadas las manos para que no pueda tomar con libertad algunas decisiones. Supongo que usted no quiere eso. Pero tengo la impresión de que si corta esa soga, pase lo que pase, el pueblo lo apoya y esos malandrines que lo ataron se irán pal'carajo. Siga adelante. Un año en la presidencia es poco. En los años que le quedan, nosotros los que estamos lejos, si se acaba con la violencia callejera, los robos, los asaltos, la corrupción y algo más, volveremos. Usted no se imagina lo que añoramos esos campos, esos mares, esos ríos, esas montañas, esos amigos y familiares. Por eso, Señor Presidente, aunque la policía está en las calles, lo más importante sería educar al pueblo, a las familias, a los adolescentes, a la misma policía, en fin, que los habitantes de nuestro pueblo sepan que no pueden, ni deben hacer lo que impiden las leyes y sobre todo la moral.

Perdone que le diga estas cosas. Lo hago con todo el respeto que usted me merece. Es que creo con firmeza que educar a los ciudadanos, además de hacerle cumplir las leyes, es lo más importante. Pero también, y sería excelente, meter en la cárcel a los corruptos (que hay demasiados), a esos que nacieron y se criaron con chancletas y un solo pantalón y hoy tienen, sin sentido, tres carros de lujo, una o varias casas opulentas y millones de pesos, dólares y euros, sin poder justificarlos. Hay deslealtad y alevosía en muchos políticos. Pero si usted hace lo que nunca se ha hecho con esos charlatanes, le juro que su gobierno tendrá una condecoración que saldrá del corazón de los dominicanos. Le deseo lo mejor en estos años que le quedan por gobernar. Que Dios lo proteja.

Pero por favor, no se olvide de dar un vueltecita por el Manicomio del Km.28 de la Autopista Duarte. Recuerde que los locos también son ciudadanos dominicanos y que merecen atención. Si lo hace, mi corazón sonreirá por siempre y el agradecimiento brillará en mi alma.


www.diariolibre.com. SAUDACES. 30 agosto 2013.

DISCURSO DE EUGENIO MARÍA DE HOSTOS EN LA ESCUELA NORMAL EN LA INVESTIDURA DE LOS PRIMEROS MAESTROS NORMALES. (Fragmentos).





Señor Presidente de la República:

Señores:

Han sido tantas, durante estos cuatro años de prueba, las perversidades intentadas contra el Director de la escuela Normal que acaso se justificaría la mal refrenada indignación que ahora desbocara sobre ellas.

Pero no: no sea de venganzas la hora en que triunfa por su misma virtud una doctrina. Sea de moderación y gratitud.

Sólo es digno de haber hecho el bien, o de haber contribuido a un bien, aquel que se ha despojado de sí mismo hasta el punto de no tener conciencia de su personalidad sino en la exacta proporción en que ella funcione como representante de un beneficio deseado o realizado.

Una vez, en los Andes sobreaños, por no se sabe qué extraordinaria sucesión de esfuerzos, había logrado sobrevivir al penúltimo pico de la cúspide misma del desolado ventisquero del Planchón una alpaca de color tan puro como la no medida plancha de hielo que le servía  de pedestal. Descendiendo por la vertiginosa pendiente del ventisquero, y hundiéndose en los cóncavos senos de la tierra como todo el fragor de los truenos repetidos mil veces por los ecos subterráneos, dos torrentes furiosos azotaban la mole en que la alpaca se asilaba. Las oleadas la sacudían, las espumas la salpicaban, los horrísonos truenos la amenazaban, y la tímida alpaca no temía.

Muy por debajo de la cubre, al pie del ventisquero, una turba de enfermos que habían ido a buscar la curación de sus dolencias o de sus pasiones en aquella salutífera desolación, se entretenía contemplando la angustiosa lucha entre el débil andícola y los fuertes andes; y como, como siempre que los hombres se entretienen, los unos se mofaban del débil, los otros celebraban con risotadas las irracionales mofas, estos tiraban piedras que no podían alcanzar al inaccesible animalito, aquellos trataban de acosarlo con sus vociferaciones, alguno que otro lo compadecía, solo una tomaba para sí el ejemplo que él le daba, y todos deseaban que llegara el desenlace cualquiera que esperaban.
Mientras tanto, alpaca solitaria, indiferente a los gritos y las risas de los hombres, impasible ante el estruendo y el peligro, buscaba un punto de apoyo en la saliente de hielo petrificado que coronaba el ventisquero, y, después de caer una y más veces, logro por fin encaramarse en el único seguro de aquel desierto de hielo desolado: entonces, conociendo por primera vez el peligro d muerte que había corrido, y oyendo por primera vez el peligro de muerte que había corrido, y oyendo por primera vez el peligro de muerte que había corrido, y oyendo por primera vez las vociferaciones que la habían acosado, dirigió una mirada placida a los hombres, a los torrentes desenfrenados y al abismo adonde habían tratado de precipitarla, fijo la vista en el espacio inmenso, y percibiendo sin duda cuan invisible punto son los seres inmortales en la extensión inmortal de la naturaleza, transmitió a sus ojos expresivos la centelleante expresión de gratitud que a todo ser viviente conmueve en el instante de su salvación; y, dirigiendo otra mirada sin encono a las fuerzas naturales y a los hombres que la habían acosado, por invisibles senderos se encaminó tranquilamente a su destino.

Razón sana es la que para volver a tropezar y a caer y a levantarse: Razón sana es la funciona estrictamente sujeta a las condiciones naturales de su organismo.

Y entonces es cuando, directora de todas las fuerzas físicas y morales del individuo, normalizadora de todas las relaciones del asociado, creadora del ideal de cada existencia individual de cada existencia nacional,  y del ideal supremo de la humanidad, se dirige a si misma hacia la verdad, dirige la efectividad hacia lo bello bueno, dirige la voluntad de bien; regula  por medio del derecho del deber las relaciones de familia, de comunidad, de patria; forja el ideal completo del hombre en cada hombre; el ideal de la patria bendecida por la historia, en cada patriota; el ideal de la armonía universal, en todos los seres realmente racionales; e, iluminando con ellos la calle de amargura que la naturaleza sorda señalando con in dice inflexible al ser humano, le lleva de siglo en siglo, de continente en continente, de civilización en civilización, al siempre oscuro y siempre radiante Gólgota donde se descubre con asombro la eternidad de esfuerzos que ha costado el sencillo propósito de hacer racional al único habitante de la tierra que está dotado de razón.
La enseñanza verdadera: la que se desentiende de los propósitos históricos, de los métodos parciales, de los procedimientos artificiales, y, atendiendo exclusivamente al sujeto del conocimiento, que es la razón humana, y al objeto del conocimiento, que es la naturaleza, favorece la copula de entrambas, y descanse en la confianza de que esa copula feliz dará por fruto la verdad.
Dadme la verdad, y os doy el mundo. Vosotros, sin la verdad, destrozareis el mundo: y yo, con la verdad, con solo la verdad, tantas veces reconstruiré el mundo cuantas veces lo hayáis vosotros destrozado. Y no os daré solamente el mundo de las organizaciones materiales: os daré el mundo orgánico, junto con el mundo de las ideas, junto con el mundo de los afectos, junto con el mundo del trabajo, junto con el mundo de la libertad, junto con el mundo del progreso, junto,-para disparar el pensamiento entero,-con el mundo que la razón fabrica perdurablemente por encima del mundo natural.

Así como el centro del mundo planetario esta en el sol, y el centro de la razón está en el mundo que contempla, así el centro de toda virtud es la razón. Desarrollar en los niños la razón, nutriéndola de realidad y de verdad, es desenvolver en ellos el principio mismo de la moral y la virtud.

La moral no se funda más que en el reconocimiento del deber por la razón; y la virtud no es más ni menos que el cumplimiento de un deber en cada uno de los conflictos que sobrevienen de continuo entre la razón y los instintos. LO que tenemos de racionales vence entonces a os que tenemos de animales, y eso es virtud, porque eso es cumplir con el deber que tenemos de ser siempre racionales, porque eso es la fuerza (virtus), la esencias constituyente, la naturaleza de los seres de razón.
Para lograr ese fin, más alto y mejor que otro  cualquiera (por ser, tomando un pleonasmo expresivo de la metafísica alemana, el fin final del hombre en el planeta), por lograr ese fin han querido los grandes maestros, desde Confucio hasta Sócrates, desde Fenelón hasta Froebel, desde Tyndall hasta Lockyer, desde Mann hasta Hill, secundar a la razón en su incesante evolucionar a la verdad. Por lograr ese fin se quiso también aplicar aquí el sistema y el procedimiento racional de educación. Formar hombres en toda la extensión de la palabra, en toda fuerza de la razón, en toda la energía de la virtud, en toda la plenitud de la conciencia, ese podrá haber sido el delito, pero esa ha sido y seguirá siendo el propósito del director de esta obra combatida.
 Al querer formar hombres completos, no lo quería solamente por formarlos, no lo quería tan sólo para dar nuevos agentes a la verdad, nuevos obreros al bien, nuevos solados al derecho, nuevos patriotas a la patria dominicana: lo quería también por dar nuevos auxiliares a mi idea, nuevos corazones a mi ensueño, nuevas esperanzas a mi propósito de formar una patria entera con los fragmentos de patria que tenemos los hijos de estos suelos.

Y cuando más desesperado cierre los ojos para no ver el mal que sobrevenga, del fondo de su retina resurgirá la escena que más patéticamente le ha probado la excelencia de esta obra.

Estábamos en ella: estábamos trabajando para acabar de entregar a la República esos hombres. Uno de ellos iba a ser examinado, y se había dado la señal. El órgano, con su voz imponente, hacia resonar ese interludio sublime que, con cuatro notas, penetra en lo hondo de la sensibilidad moral, y la despierta en los rincones de la sensibilidad física, y eriza los nervios en la carne.

 La escuela era en aquel momento lo que en esencia es: y el silencio  y el recogimiento atestiguaban que se estaba oficiando en el ara eterna de redención que es la verdad.

 De pronto, al pasar por la puerta una mujer del campo, se detiene, deja en la acera los útiles de su industria y de su vida, intenta trasponer el umbral, se amedrenta, vacila entre el sentimiento que la atrae y el temor que la repele, levanta sus escuálidos brazos, se persigna, dobla la rodilla, se prosterna, ora, se levanta en silencio, se retira, medrosa de sus propios pasos, y así deja consagrado el templo.

Los escolares imprevisores se reían, el órgano seguía gimiendo su sublime melopea, y, por no interrumpirla ni interrumpir la emoción religiosa que me conmovía, no exprese para los escolares la optación que expreso ante vosotros y ante la patria de hoy y mañana.

Ojala que legue pronto el día en que la escuela sea el templo de la verdad, ante el cual se prosterne el transeúnte, como ayer se prosterno la campesina! Entonces no la rechacéis con vuestras risas, no la amedrentéis con vuestra mofa; abridle más las puertas, abridle vuestros brazos porque la pobre escuálida es la personificación de la sociedad de las Antillas, que quiere y no se atreve a entrar en la confesión de la verdad.


Antología de la Oratoria en Santo Domingo. Sociedad de Bibliófilos Dominicanos. Santo Domingo. República Dominicana. 1994.


EXPO MEMORIAS DE UNA PASION ( En EL Centro Mirardor Santo Domingo) / ROSALBA HERNANDEZ


RECONECTANDO CON LA ENERGIA ARTÍSTICA DE ROSALBA HERNANDEZ

Abil Peralta Aguero

La República dDminicana volverá a establecer contacto con las estructuras creativa de la artista Rosalba Hernández, quien había reservado la casi totalidad de su obra pictórica asumiendo como propio el lenguaje de una estética asociada a los códigos de la sociología, la antropología y la paisajística urbana, retratándonos desde una cruda dramática cartografía personal su visión del caos y la asimetría de la ciudad de santo domingo.

En su obra más palpitante, críticos de arte, historiadores, curadores, comisarios, galeristas y el público general, pudimos dialogar y establecer un contacto retroalimentatorio con los sujetos de acción más dominantes en la escena de sus telas; desde las que rebullían y emergían con vida propia, edificios altos y bajos; autos, carranchos, autobuses, transeúntes, perros; botellas de ron de cerveza, y la mágica ilusión de vencer aunque se abajo la fantasía de la belleza desde el canon aristotélico, la caótica atmósfera de una ciudad que ya había hecho su entramado urbanístico una trampa emocional que las ciencias psicológicas designan con el exótico nombre de estrés.

Este discurso visual, la artista Rosalba Hernández nos lo sirvió desde una audaz alfabética asociada a los fundamentos estilísticos del pop art, proponiendo desde las escalas cromáticas de colores intensos, hasta sutiles matizaciones de grisallas que en ocasiones alcanzaron la condición de tratados simbólicos sobre la noción y función del gris como tratamiento para el control nervioso de quien mira la ciudad, desde una perspectiva comparativa con ciudades mas organizadas del resto del mundo.
Fiel sus principios filosóficos, teóricos y estéticos, Rosalba Hernández mantiene activa la temperatura y estrategia de su visión para seguir mirando y sintiendo la ciudad, su ciudad, como la ciudad de todos; viviéndola y transitándola en sus telas como  un laboratorio para la vida del que se siente vivo; capturándola en la capacidad visiva de su producción actual, desde una discursiva que nos agrieta la visión y nos seduce para descodificar los símbolos de la ciudad, más que la escena del paisaje, en el corazón y la mente misma de sus habitantes más extraviados y perturbados, víctimas de la asimetría antropológica y social, afectados por la falta de planificación urbanística y la concreción de un estado de injusticia social crítico, que pare cada día nuevos ciudadanos, de esos que nacieron con el ruido y el caos, que como trepidante malabarismo, se entrecruzan con la memoria exquisita del jazz y la música sinfónica, confrontados con pelvístico sonido del dembow y la bachata; parte de esa estructura códica revelada en el espejo del yo urbano como memoria de la ciudad de hoy, nos lo presenta en su nueva producción pictorial Rosalba Hernández

Bajo esos principios psicológicos, antropológicos, políticos e ideológicos, la artista arranca del tejido urbano de la ciudad de Santo Domingo con sus tensas y laberínticas calles, una serie de personajes, que si bien transitan bajo una clasificación social definida como oscura por la mensura elitista; en su existencialidad y en su dolor, reflejan fulgurantes rayos de bellezas y paz interior; tales son los casos de los personajes que la artista nos revela dentro de una desafiante retratistica pop contemporánea, en la captura la intensa expresión existencial de mujeres de alta estirpe popular, andando y desandando por las calles de la ciudad colonial, como son los rostros de Sahakira, Jazmín o la muy famosa Wendolin, damas de alta alcurnia secreta que transitan lastimeras por las calles de la ciudad antigua, pero; que en la radiante estructura cromática, dibujística y composicional de sus telas, se elevan a la categoría propositiva de sustancial belleza y manifiesto radical de reflexión política y social.


Rosalba Hernández, en esta reciente exposición que nos presenta en las salas del Centro Cultural Mirador Santo Domingo, nos propone las nuevas credenciales de su carpeta iconográfica, en la que recupera la dignidad de la calle en sus personajes más vulnerables, no desde un levantamiento topográfico romanticista, líquido, digital, o satelital, sino desde una sincera apuesta estético-critica por la otra realidad, y por el alma más oscura de ciudadanos y ciudadanas que, por lo menos en sus vibrantes telas, y  el rítmico gesto de sus trazos y pinceladas, alcanzan la respuesta y felicidad que no le dieron las complejidades y misterios de la verdadera razón de vivir.


ROSALBA HERNANDEZ
Datos Biográficos

Nació en la provincia de Dajabón en el año 1968. En 1997 se gradúa en la escuela Nacional De bella artes obteniendo el título de “Profesora de Dibujo”, en donde realiza un post grado sobre pintura. 2009 Cofundadora de Laboratorio Evolutivo de Arte contemporáneo, Santo Domingo. En el 2007 participa de los talleres acerca del papel, realizados en el centro cultural Eduardo león Jiménez, en Santiago. Del 2000 al 2oo6 laboro como profesora en el área de dibujo, escuela Nacional de Bellas Artes. Realizó un taller sobre Pintura y Restauro en la ciudad de cómo, Italia en 1993; En el siguiente año cursa estudios sobre “tipología y conocimientos sobre los materiales de arte”, Escuela Nacional de Bellas Artes, Santo Domingo, luego estudia fotografía con el fenecido Wilfredo García.

Premiaciones

2006 Primer Premio, primer concurso d e murales de Arte Dominicano, Malecón center, Santo Domingo, 29005Mencion de Honor, 1era Bienal Paleta Níquel, Bonao, República Dominicana-2001 Mención IV Concurso Internacional de Pintura Joven. Casa de teatro, Santo Domingo-2000 Primer premio V Concurso de Agro y Naturaleza. Junta Agro Empresarial Dominicana, Santo Domingo.

Selección de exposiciones colectivas:

2013 proyecto Feria del Libro. Expo Conjunta Laboratorio Evolutivo de Arte Contemporáneo. 2012 Proyecto Laboratorio Evolutivo de Arte contemporáneo, Santo Domingo.2010 Feria Internacional de Arte, Puerto Diego colon, Santo Domingo. 2009 feria Internacional de Artes, Palacio de Bellas Artes, Santo Domingo. Somos Artistas Palacio de bellas Artes, Santo Domingo. 2008. Artistas Dominicanos en la arena, Bávaro Republica Domincana.2007 Esculturas de papel, Galería Arawak, Santo Domingo. II Bienal Paleta de Níquel, Bonao, republica Dominicana. 2007 XXIV Bienal Nacional de Artes Visuales, Museo  de Arte Moderno. Santo Domingo. 2006 XXI Bienal Concurso Eduardo león Jimenes, Santiago, República Dominicana. 2005 XXVII Bienal Nacional de Artes Visuales, Museo de Arte Moderno, Santo Domingo. 2005 Primera Bienal Paleta de Niquel, Bonao, Republica Dominicana. 2003 XXII Bienal Nacional de Artes Visuales, Mueso de Arte Moderno, Ato Domingo. Determinante, exposición paralela de la IV Bienal del Caribe, CODAP, Santo Domingo.2002 XIX Concurso de Arte Eduardo León Jiménes, Santiago, Republica Dominicana. V Exposición Colectiva Dominicana, Centro Dominico Americano. Miami Florida. Usa. Exposición Colectiva dominicana, Washington D.C. USA. 2001 Primera Feria de Galerías, Museo del Hombre Dominicano. IV Bienal del Caribe, Santo Domingo. 2000 XVIII Concurso de Arte E. León Jiménes, Santiago República Dominicana.


Proyectos personales

2010 y los Kilos donde están? Laboratorio Evolutivo de Arte Contemporáneo, Instalación, Santo Domingo. 2002 Vestigios de Utopías, centro Cultural Español, Santo Domingo.