SILENCIOSA PALABRA
Persiste muda la palabra
doblada en mi lengua,
Y el hálito de lo que amo danza
desde lejanas tierras.
Si miro al cielo está gris…
la luna permanece impasiblemente quieta,
riendo, ante la mudez de mi boca, como si estuviese ebria.
Y yo que ansío cantar al amor
desmenuzándolo en cada poema,
me siento atada, sin saber expresar lo que al alma llena,
Pero si puedo decirte sin rimas ni fonemas
que has cargado mi lancha de blancas azucenas,
Y que has dormitado en mi mar, y sus blancas arenas
Stella
Del poemario Ausencias y tierra
ME DUELE EL AIRE
Me duele el aire que se enrosca a mi cuerpo
y deja en mí piel tu ausencia
Ausencia que cuelga mis sueños en las luces agónicas
de las viejas farolas
Dejando dentro de mí el dolor de los nenúfares muertos
Me lastima sin piedad la ternura cuando me habla al oído
y tu te ocultas en sombras
Sombras que quiebran la quietud de las madrugadas hiriéndome
cuando duermen los pájaros
Y me muerde ….
me muerde con fuerza la niebla donde te escondes
dejando una fuerte tela de araña que me apresa
Stella
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DESPUES DE AMARTE TANTO
Después de amarte tanto
y prohibir a mis pasos que
se perdieran en la noche
Abrirá un mañana sin sombras
donde surjan nuevos senderos
que yo humillaré despacio
viéndolo con ojos nuevos
Ahuecaré la mirada
para ver un distinto cielo
Creo que seré feliz
soltándome el pelo
subiéndome a un columpio de viento
deambulando los espacios
Sin escobas de brujas
pero si con misterios
Descalza de dolores
vestida de nuevo cuerpo
que haga nacer en mí
un vocablo nuevo, que
gorjee como pájaro
Y silbe sin lamentos
despojada de recelos
me cubrirá un sombrero de sueños
para acercarme a tu oído
y en susurros silenciar tus deseos
Stella
Todos los derechos reservados
del Poemario SUEÑOS DE AGUA
NO SE SI SABRÁS
No se si sabrás que caminan
con frió los gatos por mi tejado
bajo el brillo de la luna
y sacan uñas para no caer
Tampoco debes saber
que me tomaste por sorpresa
al decir adiós desde los silencios
convirtiendo el crepúsculo en larga noche
y esa herida que piensas es imaginaria,
sangra continuamente
quemando mi carne
Los gatos han debido congelarse
igual que mis sentimientos
porque ya no te buscan en la almohada
ni dejan caricias para ti escondidas en los dobleces de las sabanas
El aire no lleva tus gemidos
y mis besos se han quedado sellados en el cristal del espejo
en el que te reflejabas
quisiera que me prestaras
la frialdad de tu alma
para no permitir que entres
el día que regreses
Stella
Todos los derechos reservados
De Ausencias y Tierra
NO SÉ DONDE DEJÉ LA CORDURA
No se donde dejé la cordura…
sospecho que la dejé colgada en los alambres oxidados
de aquella alambrada,
por la que subías a mi ventana cada madrugada
¿recuerdas?
Aún no me has dicho porqué quebraste un día
abatiendo la higuera que nos daba sombra
No supiste ver que ella silenciosamente derramaba
en lagrimas la sabia de su vida
No sé si cerré entonces mis puertas
o se han vuelto pesadas al permanecer abiertas de tanto esperarte
Mis ojos cansados observan llegar lenta, dolorida,
por el terroso camino,
la pequeña tortuga mora que me regalaste
Ajada y casi moribunda la rosa
que se atrevió a hablarte de mí una mañana
tirada al filo del camino permanece la bicicleta
¡si! Aquella bicicleta a la que me invitaste a subir
¿ Como podré contar nuestra historia?
mejor corto el hilo de mi cometa
y que caiga destrozada a las piedras
no hay historia que contar…
Stella
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Del poemario ausencias y tierra