ARTE TAINO EN SAN CRISTOBAL: UN ENFOQUE CONTEMPORANEO / RAMON MESA


Presentación

En sentido general, en nuestra provincia se desconoce su prehistoria, su arte rupestre y en gran medida la cultura aborigen y su vinculación con nuestra tierra y su gente. En el presente trabajo me he propuesto hacer una valoración de nuestro patrimonio arqueológico Cuevas del Pomier, y con ello, de nuestros artistas y nuestra cultura, enfocando, desde una perspectiva estética, la historia del arte en San Cristóbal.

Entré en contacto con la prehistoria local a través de las Cuevas del Pomier, primero, durante la época de bachiller, cuando el tema de la protección estaba en auge, y luego, ya recientemente, con la fundación Cuevas del Pomier y su festival Cultural Indígena, del cual forme parte.

Vincularse con el área Antropológica Cuevas del Pomier, a través de esta fundación significa no solo entrar en contacto con uno de los yacimientos rupestres más importantes del arco antillano, sino también con una comunidad de hombres y mujeres valiosos, que han dedicado sus vidas a la lucha por la preservación de este patrimonio. Su iniciativa, desde mediados de los 70s, encarna la visión y la fuerza de una comunidad empoderada.

De la mano de sus guías y directivos José Corporan y Víctor Castillo (Cuchito) me he introducido en el arte taino como quien se adentra en el corazón mismo de la tierra, allí donde yace la raíz de nuestra historia. Durante casi dos años he escalado montañas; he descendido por cuevas pendiendo de una raíz de copey; me he internado- no sin temor- por orificios, por pasillos y corredores laberínticos; he sentido la oscuridad más absoluta y le silencio más profundo del planeta; para contemplar la belleza, la magia y la grandeza de un arte creado  por una cultura de hombres mujeres que poblaron  nuestra tierra cientos de años atrás. He interiorizado nuestra riqueza arqueológica, artística y cultural y he sospechado la fuerza de su ancestral misterio. En definitiva, he aprendido a valorar cuan grandes somos como pueblo provinciano.

Pero nuestra historia y nuestra cultura son poco estimadas, sobre todo por nosotros mismos. La alta valoración que existe de las Cuevas del Pomier y su arte rupestre, especialmente en el seno intelectual, es foránea. Alguna razón habrá en la falta de bibliografía en la corta visión de nuestras autoridades educativas, políticas y empresariales.

Quizás el hecho de que le tema en cuestión se prácticamente inédito para la bibliografía local, me haya servido de motivación.

A atrevas de los artistas locales que han desarrollado una obra vinculada con nuestro pasado prehispánico, como Jose Vela Zanetti, Marcial Báez, Miguel Mella, Fernando Lemoine, Miguel Vallejo, Epifanio Hernández y Easme Puello, entre otros, propongo una introducción a la Historia del arte en San Cristóbal. Y pondero, a la vez, los aportes y la trayectoria de instituciones como la escuela de arte miguel mella, el Instituto Politécnico Loyola, la Fundación Cuevas del Pomier, la Casa de la Cultura de Haina y la Artesanía Puello.

El tema en cuestión nos obliga a empoderarnos de una perspectiva abierta, yendo y viniendo de lo general a lo particular y viceversa, ya que lo que se conoce de la cultura taina a nivel general escrito por os llamados Cristas de Indias. Estos escritos, considerados únicos en su especie, fueron concebidos a grandes rasgos, salvo honrosas excepciones.

Uno de os episodios más recurridos en dichas crónicas, respecto a San Cristóbal, es el matrimonio del aventurero español Miguel Díaz con la india Ozema, que los españoles bautizaron como Catalina, quien le revelo la existencia de la mina de oro en las márgenes del rio Haina. Dicha mina, fundada en 1496, propicio consecuentemente la fundación de una villa y posteriormente una hacienda denominada san Cristóbal (en honor al Almirante), cuyo nombre legaría a la provincia.

Pero sobre este importante episodio de nuestra vida colonial me referiré en otra ocasión, pues debo acotar que esta obra es parte de una incursión histórica más amplia, que procura revalorar nuestra cultura desde una perspectiva prehistórica.


El Arte Rupestre en San Cristóbal (Fragmento)

Indiscutiblemente, cualquier proyecto valorativo de las artes plásticas sancristobalenses que procure establecer su más remoto origen, esta compelido a remontarse a los artistas prehispánicos de las Cuevas del Pomier. El arte rupestre dominicano, en cantidad y calidad, tiene entre sus mejores nichos las cavernas sancristobalenses. Es en definitiva nuestra provincia una fuerte rica en expresiones rupestres cuyo estudio,  análisis y valoración es aun materia pendiente para la intelectualidad local. Ciertamente, aun no se han ponderado cronológica, critica y valorativamente la historia y desarrollo de las artes sancristobalenses.

Es importante destacar que en la cultura taina, la mas desarrollada de todas las que nos antecedieron al momento de la llegada de los europeos, no cualquiera era artista. En el caso de las Cuevas del Pomier, inferimos que solo a los caciques ya los chamanes les estaba da la autorización para efectuar el rito de la cohoba y la sobras debieron crearse, por tanto, bajo los efectos de este ritual mágico religioso encabezado por caciques, jefes o señores principales de los pueblos circunvenimos, lo que sugiere que estos líderes también hacían de artistas, de ahí el nivel de abstracción en sus obras que muchos relacionan directamente con el delirium que debió provocarles el polvo alucinógeno de la cohoba.



La Pintura Mural  en la Prehistoria.

Durante la etapa conocida en los anales de la historia de la evolución y desarrollo del hombre como Paleolítico Superior, es cuando aparecen las primeras manifestaciones de actividad humana con valor estético.


Un paréntesis necesario
(El muralismo como movimiento estético y social)

Es por todos sabido que la más grande obra muralística de la Edad Media se conoce universalmente como la Capilla Sixtina de la ciudad del vaticano, en Roma…
… de manera que fue la religión la que motivo la creación de sus frescos..
Asombrosamente, la obra del artista de las cavernas también fue concebida bajo el influjo intrínseco de lo religioso y lo mágico.
El Pomier era por igual un santuario, un templo; uno de os centros ceremoniales más importantes de la cultura Taina.

ARTISTA CONTEMPORÁNEAS EN LA CULTURA TAINA EN SAN CRISTOBAL.


José Vela Zanetti y las técnicas modernas de la pintura mural en republica dominicana. (Fragmento).

José Vela zanetti fue quien primero plasmo el mural en la ciudad de san Cristóbal, a la que lego en 1948, por iniciativa del régimen trujillista. Cuatro grandes obras realizo Vela Zanetti en nuestra provincia entre 1948 y 1952. De ellas, una de las primeras y más representativa lo constituye la pintada en el lobby del Instituto Politécnico Loyola. Se trata, pues, de la primera obra pictórica que a liude a la cultura taina representada en un edificio público con que la sociedad sancristobalense entra en contacto, constituyendo así el primer y más importante referente visual que ha tenido el san Cristóbal contemporáneo sobre sus orígenes prehispánicos. Es probable que fuera este artista el primero en plasmar una obra de arte público de corte indigenista en santo domingo, como atestigua su mural en la antigua sede del Consejo Administrativo de Santo Domingo, pintado en 1944, cuyos detalles recoge el padre Fray Vicente Rubio O.P.(2009), en su libro indigenismo de ayer y de hoy donde muestra escenas de indios en su relación de sometimiento con los españoles, como la del indígena que caso con Miguel Díaz y quien puso a los españoles en conocimiento de los yacimientos de oro del rio Haina (pág. 141).

El estilo Marcial: La renovación del lenguaje taíno.
A mediado de las décadas del 90 el artista se involucra en el movimiento en defensa de las Cuevas del Pomier encabezado por importantes sectores de la sociedad sancristobalense. En 1994 regresa de un viaje que hiciera a Ecuador y, deslumbrado por el colorido de la cultura y el paisaje ecuatoriano, decide realizar una muestra pictórica que incorpore el legado artístico y mítico de la cultura indígena. Antes, como buen investigador, debía interiorizar dicha cultura y para ello entra en contacto por primera vez con el arte rupestre de las Cuevas del Pomier. Dice que le impresiono sobre manera el deterioro al que la minería ha sometido la zona” pero lo que verdaderamente impresiona a uno es como esa gente (nuestros aborígenes) tenían esas ideas, lo bien que logrado de las pinturas en las paredes y sobre todo la gran cantidad”. Y comienza un proceso de asimilación del arte rupestre creado por nuestros primeros pobladores, en blanco y negro, y sobre piedras, hace más de 500 años. El resultado “fue una explosión de color” afirma el artista.


Miguel Mella y el resurgir de las artes visuales en San Cristóbal

La del Loyola es una obra de dimensiones no solo escultórica, sino histórica, sumamente trascendental, donde Mella realizo, en el 2088, un impresionante mural de 18 paneles: 9 del lado del jardín de las coníferas y 9 del lado del jardín de las palmeras. Cada panel mide más de 6 pies de altura. El conjunto escultórico representa casi por completo lo que fue la cultura taina. En los se muestra la tecnología y modo de vida de la cultura precolombina: elementos rituales como vasijas y espátulas vómica; principales dioses y deidades; modos alimenticios, agricultura, arte; pesca, flora y fauna.

Miguel Vallejo y la fuerza simbólica de la cultura taina.


Vallejo ha sabido combinar en una extraordinaria metáfora, por demás multivoca, el dramático proceso de conquista al que fueron sometidos los primeros pobladores de la isla de santo domingo. del carácter espiritual que se refleja en la mayoría de sus obras, el propio artista nos confiesa que encontrarse con El Pomier y todo su arte prehistórico, fue encontrarse consigo mismo “Yo diría que conforme mi forma de ser, viendo las pictografías del Pomier”. Y continua, enfatizando: “confirme que no estaba en el camino equivocado, y que hay que seguir ese camino, no hacer la obra porque sea bonita, sino expresar la inquietud por la sociedad”

Fernando Lemoine: Introspección al arte taíno.

A finales de los 90s Lemoine visita las Cuevas del Pomier. Allí descubre que somos un pueblo rico en cultura prehispánica y le asombra de igual manera que los artistas locales no hayan trabajado el tema, como amerita. Decide entonces abordar la temática y la disciplina escogida seria la alfarería, creando una cantidad impresionante de piezas, replicas de originales tainas publicadas en 1983 por el Banco Central de la República dominicana bajo el título de “Arte Taíno”.


Epifanio Hernández y el origen indígena del municipio de Haina.

No es posible desarrollar una panorámica, ni visual ni histórica, sin tomar en cuenta los primeros pobladores de Haina que fueron los indios, quienes les dieron el nombre con que se conoce hoy día, de donde también tomaron sus respectivos nombres las comunidades de Sainaguá (de arroyo Sainaguá) y Nigua (del río  Nigua).

Erasmo Puello Mejor llamado el Padre de la Artesanía Dominicana.

El tallador taíno labraba sus cucharas en madera, hueso, concha o piedra. La madera utilizada generalmente por don Erasmo era el “Juan Primero” conocido como Almacigo (Bursera simaroba), y el roble (Catalapa longissima).

La Fundación Cuevas del Pomier y la creación del Festival Cultural Indígena.

La Fundación Cuevas del Pomie, en el interés de promover el patrimonio cultural que representa la Reserva Antropológica Cuevas del Pomier, ha creado el Festiva Cultural indígena del Pomier, un evento en el que la gente de la comunidad, representada por la fundación, se propone resaltar las costumbres y tradiciones de los grupos aborígenes que habitaron nuestra isla, recreando sus costumbre y tradiciones como aporte de nuestra herencia cultural. El festival surge de la necesidad de que San Cristóbal y el país conozcan el valor histórico y cultural que representa el monumento antropológico conocido como Cuevas del Pomier o Borbón.

Esteban Lachapelle

En la exposición que nos ocupa, el joven artista presento dos obras en formato mediano donde plasmo la entrada a La Cueva Numero 1 de Pomier, con un realismo asombroso, como invitando a internarnos en la profundidades de las piedras que conservan la memoria inmaterial de la cultura aborigen en San Cristóbal, uno de los nichos artísticos y culturales mas importantes de la región en el ámbito prehistórico.

Armando de la Cruz.

La exposición del Centro Cultural Perelló sobre el San Cristóbal prehistórico le permitió acercarse  un mundo fascinante que el artista ha plasmado en dos obras de un colorido rítmico y evocador. En las dos obras mostró sus habilidades de corte expresionista, inspiradas en el ritual del chamanismo y en los areitos. Ambos cuadros están dominados por el dibujo de la figura del Chamán en una sucesión rítmica que evoca movimiento y colorido.

Luis el Cimarrón Arias

Nos presentó por igual dos obras, también inspiradas en el chamanismo. La más impresionante fue la instalación de un altar vudú donde el espectador pudo entrar en contacto con las deidades más veneradas por la cultura mágico-religiosa: Anacaona y Caonabo o “El indio bravo”.

Domingo Guzmán

En el 2013 Domingo Guzmán diseñó la línea gráfica completa del 1er Festival Cultural Indígena del Pomier, destacándose su diseño digital del indígena que imprimió para la exposición del Centro Cultural Perelló en formato de gran dimensión, colocándolo a la entrada de la sala, dando la bienvenida al visitante. La importancia de esta obra gráfica digital radica en la estilización, en la creación del indígena como modelo.


Francisco Puello de Jesús

Ha desarrollado un trabajo amplio en el ámbito de la artesanía, recreando finas y variadas obras inspiradas en el arte rupestre de las Cuevas del Pomier.

El sitio de Yaniris: Un probable cementerio aborigen en el Pomier.


Se trataba de un enterramiento que luego fue reportado por Domingo Abreu Collado, en crónica del 29 de octubre de 1995, en la columna “País Bajo Tierra” del Periódico EL Nacional, después de prospectar la zona junto a especialistas de la talla de don Marcio Veloz Maggiolo y recolectar fragmentos de piezas  de cerámicas que clasificaron  como chicoide.

“De niños-cuenta la ahora profesora de Ciencias Sociales, Yaniris Corporán Canelo-solíamos jugar a diario con piezas tainas. El patio y toda esta zona eran ricos en figuras indígenas”. Y hace mucho énfasis en su hermano mayor (ya fallecido), quien era el más inclinado a la aventura de buscar piezas o “figuras de indios” como ellos les llaman. Subraya con nostalgia el espíritu aventurero de esa época, aunque reconoce que no sabían de la importancia de esas piezas. Recientemente, un amigo le pregunto que si no recordaba la cañada por donde solían adentrase en busca de piezas. Y lo decía como si se tratara de la evocación de los elementos más felices de la infancia, según se aprecia en la conversación de Yaniris.

El ídolo de algodón y su vinculación con San Cristóbal.

El único ídolo tejido en algodón encontrado en la isla, probablemente apareció en las inmediaciones de las Cuevas del Pomier, según se desprende de las afirmaciones de varios especialistas, aunque el hallazgo de la pieza ha estado rodeado de misterio e imprecisiones.

Adolfo López Belando afirma que fue probablemente, “ en alguna de las cuevas del Pomier, donde en el pasado siglo se encontró una de las piezas arqueológicas más interesantes que se conservan de la cultura taina, el famoso cemí fabricado en algodón que en la actualidad se conserva en el Museo Etnológico de Turín, en Italia”.



¿Caonabo representado en las Cuevas de Mana?

Aquí llama la atención un petroglifo de una cabeza con facciones bien definidas, portando una gran corona. Su expresión infunde una aparente satisfacción y sobriedad. Algunos investigadores han relacionado estas representaciones a iconografías de los reyes católicos difundidas en la isla durante la época colonial. Sin embargo, es probable que estemos aquí, en la cuarta entrada de la cueva Las Caritas de Mana en Yaguate, ante la primera representación grafica del Cacique Caonabo.

Otros temas aborígenes.

La alfarería.

Los taínos trajeron también como herencia suramericana la alfarería, aunque implementaron técnicas y estilos propios. Esa herencia es inferida precisamente mediante la observación, estudio y análisis comparativo de la alfarería, así como de la lengua, el arte rupestre y la mitología.

La Arquitectura.

El bohío es la construcción arquitectónica cuyo estilo es herencia directa de la cultura taína. Es el bohío dominicano la más hermosa representación de la casa del jefe taíno, el hogar del cacique, llamado caney, ubicada estratégicamente en el centro del batey o vecindario taíno.


Agricultura.

Los montones labrados por el agricultor taíno tenían un perímetro de nueve o doce pies y estaban separados uno de otro a una distancia de dos o tres pies. Esta disposición de la tierra favorecía su oxigenación y, al mismo tiempo, permitía a las raíces crecer más fácilmente. Los montones se construían en hileras de varios miles de largo y de otro tanto de ancho cubriendo áreas extensísimas de terreno.

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